como si estuviera en su piso: no se confunde de sala, reconoce a algunos rostros que se repiten a lo largo y ancho del sótano del Pompidú, se dirige al WC directamente y sin preguntar, se toma sus cafés en la barra situada en dicho sótano y hasta sabe localizar su sitio entre las butacas, y lo más importante: no llega tarde a ninguna proyección porque ya no se pierde.
Lo que gusta muy mucho d´esta familiaridad es el momento tráiler o cortinillas o como se diga en la nomenclatura festivalera: el del
resulta atractivo, gracioso y hasta natural. Se trata de fotogramas sumamente breves de las no pocas películas presentes en el certamen y, dado que hoy es el quinto día en qu´El Cinéfilo no falta a la cita, se reconocen, en esos escasos minutos de presentación, escenas de filmes ya vistos.
También está uno familiarizado con el muchacho que va a hablar sobre el programa triple que nos espera. ¿Cómo no reconocer al hombre de la bufanda omnipresente en su look progre-nostálgico? Seguimos pensando que responderá al nombre de Federico Rossin aunque nadie le llama: al igual qu´en la proyección de El Grito, el colega vuelve a aburrir a alguna oveja que otra con sus amplios conocimientos.
En esta presentación de las tres películas, agradecemos a nuestro mago de ceremonias que no profundice demasiado. Como, esta vez, vamos bien de tiempo, los minutos que dedica Monsieur Rossin a hablar de las tres
pelis resulta razonable y hasta hacen gracia sus menciones al régimen de
Fjancó, lo que es d´esperar cuando la tercera de las obras, de título tan sugestivo como
Cuarto Poder, es de factura española cosecha del 70. Pueden ustedes suponer y suponen acertadamente si adivinan que este ha sido el imán que ha conseguido qu´El Cinéfilo Ignorante se haya acercado hasta este
Cinéma 2 a las 14:20 de otra tarde lluviosa en París.
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| ¡Vaya titulito! |
Sienta mal es reconocer que del primer documental,
BRECHT DIE MACHT DER MANIPULATEURE, quedan muy pocos recuerdos por no decir ninguno. Se trata de un reportaje de un movimiento de carácter juvenil y esencialmente político para oponerse al poder cada vez mayor de Springer, un ya poderoso gigante del periodismo alemán.
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| A ver... Faltan... ¡4 meses! |
Dado qu´el año de realización del es el omnipresente 1968 y qu´el mes de mayo está al caer con una lluvia de actividades d´esas de sálvese quien pueda, tiene cierto sentido la programación de esta obra en la que se denuncia el poder del grupo
Springer, sobre el que confirmamos ahora que, además de contar con innumerables publicaciones, continúa siendo el dueño de los periódicos
Die Welt (el diario referente de la intelectualidad alemana) y
Bild (el tabloide populachero, fiel a su cita con los escándalos y los titulares bochornosos).
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| Concurso de gafas |
Resulta, al menos, atractivo ver, en blanco y negro, las reuniones, poco multitudinarias por cierto, de los jóvenes de la época, con su melenilla y sus pintas, planteando estrategias de un modo altamente civilizado. O sea: que salen después a la calle pero sin liarla como comprobámos en
Kinshasa Makambo ni apareciendo con las deficiencias técnicas que sufrimos los espectadores con
El Grito.
El caso es que se deja ver a lo largo de sus 48 minutos siendo también verdad que, cuando termina, no se puede reprimir un sutil suspiro de alivio. Por si quieren ustedes obtener algunos datos sobre este reportaje, abran
esto, cortesía del mismo Cinéma du Réel. Ustedes opinen lo que quieran, qu´el Cinéfilo Ignorante le da...
««½
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| El tema tiene tela |
Se nos aparece, seguidamente, la segunda pieza de la sesión,
A LINGUAGEM DA PERSUASÃO, del año 1970. Unas líneas más arriba quedaba bien decir que adquiere cierto sentido ver obras como l´anterior porque, en nuestros días, encanta eso del
vintage, del retro y del
revival, pero es con este minidocumental brasileño, con el que ese afán de tirar marcha atrás está teñido de colores chillones, miradas penetrantes, poses forzadas, falditas diminutas, brillos horteras, decoraciones en papel pintado, maquillajes imposibles, ¡monjas anunciando detergentes! y, como colofón, melodías a lo António Carlos Jobim en sus mejores tiempos, tan teñido de todo ello que le invade al espectador un deseo nostálgico de un tiempo en el que casi todo parece centellear.
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| Hasta las monjas hacen publicidad |
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| Conquistar con los pies |
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| No, no es Torremolinos |
El demonizado internet de aquel entonces no era sino
la televisión y, como aparente película de compromiso y denuncia que quiere ser esta, no pueden faltar las frases que acusan a aquella de manipuladora, alienante e inmoral, de forma que, a lo mejor, está en lo cierto eso que dice la voz en
off, la cual surca
A linguagem da persuasão de principio a fin, siempre ambientado con el soniquete de música
brasileira de la llamada década prodigiosa excepto por unos minutos en los que un abigotado publicista nos ilustra sobre sus prácticas para hacer atractivo el envoltorio de su producto.
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| Esto es currar.. |
Otro elemento que también se denuncia aquí es una extraordinaria novedad:
el supermercado, en el que todo se identifica con un invento terrible: el diseño, protagonista de los últimos e importantes momentos de un corto en el que se disfrutan plenamente sus escasos 9 minutos.
No podemos dejar de hablar d´esta obra de Pedro de Andrade sin recordar algunas de las
máximas oídas en ella, como
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Mesmo sem perceber, você pode ser dominado.
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Uma voz sempre ao seu lado diz o que você deve fazer para agradar aos homes: conquistar a mulher dos seus sonhos, fazer o dinheiro crescer e aparecer, e é que você estar na onda.
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| Liberarse y naturaleza venden bien |
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O sentimentalismo fai você mais doce.
Y, así, otras sentencias que, si bien, unidas a determinadas imágenes bellamente acartonadas, causan hilaridad entre el público asistente, siguen siendo de lo más actuales. Quiérese decir con todo ello que hay que ver esta peliculilla e incluso que volver a verla, lo que se hace cómodamente desde su
Vimeo. Vamos, que se lleva una pequeña constelación:
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| Parece Yellow 'Submarine' pero no |
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| Igualico qu´en España |
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| ¿Ordenadores? No, gracias |
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| Los irresistibles años 70 |
Así, después de la cara risueña que le dibuja en la cara a uno, viene el documental esperado, el español
CUARTO PODER, también del año 1970. Con este, ya pueden olvidarse de las imágenes de minifaldas, ojos insinuantes y canciones cargadas de sensualidad, pues se acerca un retrato implacable sobre la sociedad de la información en la España del general Franco.
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| Qué fuerrrte |
Poco a poco, es decir, con cierto tino, los realizadores
Helena Lumbreras y
Mariano Lisa se lanzan a revelar el cutrerío que impregna las publicaciones periodísticas y, especialmente, los diarios, de una vida pública marcada por la censura de todo aquello que no le hace gracia al régimen.
Lo que más atrae de
Cuarto Poder es su esfuerzo por escudriñar la prensa española con el objeto de analizar de qué forma enfoca los actos directamente enfrentados a la ideología imperante, es decir, noticias de huelgas, manifestaciones, asambleas y demás acciones como pintadas o envío de cartas al director, claramente enfocados todos ellos a no dejar pasar ni un abuso de la autoridad (militar, por supuesto).
Sorprende que la actitud de los opositores no está especialmente revestida de violencia o de venganza. Qué va: los entrevistados, algunos de rostro visible y otros, bien oculto por la cuenta que les trae, se limitan a poner en duda las verdades oficiales y a reivindicar un trato justo y equitativo para la, tal como suena, clase obrera del momento.
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| Jugándose el pellejo |
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| Me suena de algo |
Sí qu´es verdad qu´este documental también da cuenta de las noticias aparecidas en los periódicos d´entonces que sí esquivaron la tijera. Serían pocas o muchas, pero el caso es qu´están ahí y es de agradecer que se vean.
Antes de una reflexión final, llega el difícil momento, especialmente obligado con este documental, de otorgarle una puntuación que s´espera refleje el disfrute y valor del mismo. El veredicto es...
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| A saber lo que era 'subversivo' |
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| El Ferrol... ¿de qué? |
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| Ante todo, mucha calma |
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| ¡¡¡Tranquilidad en las masas!!! |
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| Con las manos en la masa |
A pesar de sus cortes enternecedoramente artesanos, de sus interrupciones de aspecto que quiere representar lo vanguardista y de sus fotogramas, de vez en cuando, coloridos,
Cuarto poder viene a ser una obra
triste, evocadora de un mundo de sueños sesgados. Al final y en plan sociología ignorante, uno se queda con la idea que es mejor no haber vivido esa época en España. O, pensándolo mejor, ¿quizá habría sido mejor vivirla para así valorar los avances obtenidos y hacer todo lo posible para que, como es de temer, vuelvan hoy en día actitudes censoras que creíamos trasnochadas?
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| Los subversivos |
