martes, 13 de febrero de 2018

LAS 100 MEJORES PELÍCULAS VISTAS EN 2017 (VI) . . De la 13 a la 20.


Un pequeño impasse y un ejercicio de ombliguismo. Han ustedes de saber que, además, de Ignorante, El Cinéfilo este también es Viajero e incluso acude a festivales de cine, donde se harta de ver películas cuya visualización le facilitan y que le gustan enormemente.

La inmensa mayoría de las pelis incluidas en las ya Celebérrimas Cien Mejores del Año, en concreto, la barbaridad de 93 (es decir, una vez más, el 93%), se visionaron  en España y, de ellas, la mayoría fue en un cine qu´está en el centro histórico de una ciudad y del cual todo lo que se diga es poco.

El hecho de que sea tamaña cantidad de películas se hayan seguido en pantallas españolas se puede explicar por la circunstancia de que, en 2017, El Cinéfilo Ignorante no ha asistido, por desgracia, a festivales de cine por el extranjero con la frecuencia de antaño.

Como siempre, hay que prestarle atención a las minorías y, así, vemos que las 7 restantes se disfrutaron en Brasil (3), Italia (2) y Portugal (2). Como curiosidad, reseñemos que una de las que se quedaron fuera del Centenar y que, además, ha sido considerada como una de las peores del año se vio en un cine de Maputo.

Ya vale. Dejamos la mirada ombliguista y pasamos a la nueva y esperadísima entrega de Mejores Maravillas del Año.


13. EL SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO (YorgosLanthimos, 2017) https://www.youtube.com/watch?v=V7V9zsWpyrA

A ver... Con esta auténtica joya, experta cuando se trata de poner al espectador al borde de un ataque de nervios, no hay spoiling posible. Si quieres, decimos que remite a la mitología griega, qu´el blanco del omnipresente hospital se asemeja a un espacio celeste en el que los dioses los personifican el señor Colin Farrell y la señora Nicole Kidman sin despreciar al resto d´estupendos intérpretes; decimos también que no está claro quiénes son los buenos y quiénes los menos buenos, y que le agradecemos al sentido del absurdo el desconocimiento de lo que va a ocurrir tras cada uno de los fotogramas.


14. AU BOUT DE LA RUE (MaximeGaudet, 2016)

¡Lo que dan de sí tres minutos tres de metraje! Vale por decenas de disertaciones sobre el acoso a la mujer y hasta por otras tantas manifestaciones callejeras que, al contrario que este corto magistral, se olvidan en un día. Aquí se sigue pensando, viendo y 
reviendo esta maravilla.


15. LA MUJER DEL ANIMAL (Víctor Gaviria, 2016)

La han acusado de truculenta y hasta de manipuladora. De acuerdo: uno se siente manipulado - no digamos que felizmente porque ello es del todo incompatible con los hechos narrados en este monumento de película pero sí intensamente, muy intensamente. Pero, además d´esa pasión a todos los niveles, también laten pequeños tics de ambigüedad, retazos de español de Colombia que nos gustaría desentrañar, un reportaje exhaustivo sobre la vida pobre en América Latina, una escalada de los hechos perfectamente medida y, finalmente, una sacudida que afecta al más impasible de los caracteres.


16. TANNA (BentleyDean y Martin Butler, 2015)

Aunque el hilo argumental de Tanna se siga paso a paso y sea sencillo adivinar lo qu´encierra esta, a su manera, extrema película, al Cinéfilo Ignorante le ha parecido misteriosa como ninguna, tanto como el amor (sic). A ello contribuye, primero, la complejidad del idioma utilizado en la grabación y, después, lo grandioso de los paisajes, que son un personaje por sí mismo que desarmará a los valientes y que será objeto de las admiración algún que otro espectador que viene a ver a Tanna sin tener ni idea de que, en el Pacífico Sur, hay un país que se llama Vanuatu.


17. UNA MUJER FANTÁSTICA (Sebastián Leilo, 2017)

El turismo cinéfilo tiene, en esta ocasión, a Santiago de Chile como destino. Es forzoso fijarse en el típico deje del alargado país, pero hay ganchos de mayor efectividad: las miradas perdidas, los andares atractivos, los rascacielos de la ciudad por detrás del parque, las actuaciones musicales más allá de la medianoche, la valentía del que vive en el extremo de la sociedad, la aguerrida resistencia a dejarse invadir, son elementos, indudablemente, más atrayentes, y lo puede ser también que los malos de la película estén directamente sacados de la cruda, sucia y fea realidad.


18. TAXI  (Carlos Saura, 1996)

Esto es una revisita en toda regla con el añadido de que una emisión televisiva sirve para comprobar que el Taxi de Saura funciona a las mil maravillas. La mirada sabia e inocente de Ingrid Rubio ilumina la pantalla, sus sospechas arrojan luz sobre un círculo de inmundicia que no puede estar mejor plasmada a lo largo y ancho de un Madrid frío, lluvioso y, en general, intempestivo con el perfecto contrapunto de una banda sonora hecha a base de rumbas flamencas. Ah, para favorecerles a Vds. su labor revistadora, les menciono el nombre de Lucrecia Pérez a ver si les suena de algo.


19. EL VIAJANTE (AsgharFarhadi, 2016)

Suena a broma decir que a uno le gusta el cine iraní, pero ¿qué va a hacerle si es verdad? No por iraní sino por universal. Porqu´en todos los países hay pisos con varias plantas y en alguna d´ellas habrá uno con una buena terraza donde relajarse y almacenar trastos, ¿no es verdad eso también? Lo que no está igual de claro es la atrevida sentencia de que una película como El viajante permite comparaciones con las afortunadas tramas claustrofóbicas de un tal Alfred Hitchcock. Tampoco se le puede dar toda la razón a esa persona del úblico que dice al terminar el film "Sólo por el genial cuarto de hora del final merece la pena toda la película".


20. EL DÍA MÁS FELIZ EN LA VIDA DE OLLIE MÄKI 

En los tiempos que corren, ser calificada como una de las películas más tristes del año no es el mejor de los elogios. En este caso, sí es un piropo porque estamos ante una manera impecable de dar a conocer el mundo del espíritu competitivo en la gélida Finlandia. Para compensar, contamos con la inmensa humanidad del protagonista y de la, en todos los aspectos, deslumbrante belleza de su compañera. Como elemento neutral no necesariamente mencionado en la película, ahí está la posición finlandesa como polo equidistante en los dos bloques en la Guerra Fría.