¡Uf! Clasificar 100 pelis por orden de preferencia ha sido una prueba de fuego. Eso significa revisar, rever y revisionar a base de trailers y trailers, alguno de ellos prácticamente ilocalizable.
Pero ¿qué no ha conseguido El Cinéfilo Ignorante? Pues muchas cosas.
Ahora bien, eso de cuantificar es una de sus pocas especialidades.
Menos cuento y...
80. ¡LUMIÈRE! (Thierry Frémaux, 2016)
Pero ¿qué no ha conseguido El Cinéfilo Ignorante? Pues muchas cosas.
Ahora bien, eso de cuantificar es una de sus pocas especialidades.
Menos cuento y...
71. LA LA LAND / LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS (Damien Chazelle, 2016) https://www.youtube.com/watch?v=Ekrr94BohBQ
Es la obra perfecta para amantes del musical: números impecables, miradas enternecedoras, cabriolas imposibles, finales de canciones extendidos y acercamientos entre bailarines. Mas, para el que le dice poco ese género, La La Land se hace larga a medida que los gestos de los protagonistas bailan entre los mohínes de ella y lo sieso de él y, así, las sorpresas se quedan en insuficientes... pero sólo para el no adepto a los musicales. Insisto.
El típico feel-good movie muy a la francesa. Casi se pasa de francesa, pero conserva un frescor que consigue que uno salga muy contento de la sala con las caras de los personajes impresas en la mente, sobre todo, del preciosísimo rostro de Alice Isaaz, gran actriz secundaria que aquí sube un escalón y casi llega al protagonismo. El caso es que la sonrisa no tarda en desaparecer, lo que significa que la tal Rosalie Blum deja una huella poco profunda, puede que porque ni la historia llega a ser realmente creíble y ni tampoco la realidad tiene que ver con ella.
El tema no puede ser más atractivo para aquel al que le seducen los temas históricos relacionados con la descolonización de territorios de África y para el que mira el cartel y se deja convencer por historias de mucho amor de pareja. En el acto de ver la película, el seducido siente pronto el desencanto de las conquistas amorosas a causa de las actuaciones forzadas y los cambios de rumbo a los que les falta explicación. Sin embargo, este drama, que no dramón, retiene su fuerza gracias a su capacidad para enseñar y dejarnos con una pequeña dosis de sabiduría que también es muy de agradecer.
74. MIMOSAS (Oliver Laxe, 2016)
Es una historia espesa y, como tal, puede agotar máxime cuando se trata de algo parecido al reportaje de un trekking. El principio se alarga para poner a prueba la paciencia del espectador, pero también acaba el principio, se revelan los personajes en toda la crudeza de sus sentimientos, traducida en una disputa física que sí se queda grabada en la retina y, entonces, uno se siente en medio de todo el conflicto, igual que la atmósfera opresiva de las tierras tan áridas como escarpadas. También llega el final, claro, y, en él, los rostros de los protagonistas se hacen fuertes e inolvidables.
75. 50 PRIMAVERAS (Blandine Lenoir, 2017)
Se nota que aquí se han esforzado mucho por quedar ingeniosos y, precisamente por eso, 50 primaveras se queda corta. Vale que la protagonista sabe hacerse con la pantalla inundando d´emoción las relaciones entre los personajes. Vale, también, que hay diálogos afortunadamente chispeantes y que, se supone, queda reflejada la situación de una mujer entrando en la temida fase de la madurez que no admite vuelta atrás. Pero, en última instancia, las ganas de agradar o de sorprender con salidas inesperadas también quedan demasiado al descubierto.
76. A FÁBRICA DE NADA (Pedro Pinho, 2017)
Vista en el marco del Festival de Cine Independiente de Barcelona, con bastantes modernos pululando por los entornos, hay que afrontar A Fábrica de Nada con la duración de la película bien grabada en la mente. Más de 130 minutos dan para mucho y a fe mía que s´exprimen a base bien con cambios de ritmo, escenas de toda clase e incluso actuaciones musicales que le dejan a uno un tanto descolocado. Pero, a la postre, triunfan la genialidad de la idea, la cadencia de un português cargado de rabia y temeridad, y unos escenarios que, cuanto menos, sorprenden por su escasa presencia en el mundo del cine.
77. LA LLAMADA (Javier Ambrossi y Javier Calvo, 2017)
Semanas después de, casi por equivocación, ver esta película que, por lo menos, sí es difícilmente comparable a otra, El Cinéfilo Ignorante hace honor a su apelativo cuando le cuentan que La llamada viene de una obra de teatro y que acumula una legión de fans que, por decirlo así, agita las redes. ¿La película? Un poco regular porque hace aguas cuando quiere ser graciosa, acierta plenamente cuando aparenta no querer serlo; un poco mal por historias forzadas dentro de una coherencia narrativa que no despega, y un poco bien porque es de lo más distraída.
78. ALANÍS (Anahí Berneri, 2017)
Siempre atrae el cine argentino, más que nada, por sus guiones impecables sin olvidarse de sus no menos impecables interpretaciones. Ahora bien: adentrarse en mundos escabrosos no es tarea fácil ni siquiera para los realizadores de l´Argentina; salen de ella relativamente airosos: lo de relativamente va por cierta recreación en el submundo plasmada en lo incompleto del reportaje mientras que lo airoso tiene mucho que ver con diálogos cortados, perfectas piezas extraídas de una realidad que los ciudadanos bienpensantes necesitan o necesitamos conocer.
79. LA PROMESA (Terry George, 2016)
Ya sabes lo que te puedes esperar con un slogan como Los imperios caen. El amor sobrevive. Es decir: lo que uno llama película para públicos poco exigentes y valga la pegajosa aliteración del sonido representado por la letra pe, tan pegajoso como el propio filme desde el minuto en que comienza, con cierta esperanza para el espectador exigente, hasta el instante en que se termina con un paisaje de cine épico que ríete tú del de (otras) superproducciones de Hollywood. Lo que te esperabas: la grandiosidad de todo, los giros sólo en ocasiones eficientes, los muy buenos y los muy malos, y una ambientación histórica a todas luces admirable.
Desde el principio, esta obrita recopilatoria aparece como una curiosidad. Empezando, mejor dicho, por el título consistente en una brillante palabra de la lengua francesa enmarcada por dos signos exclamativos. Dos. Se supone que ello queda gracioso, al igual que los numerosos extractos de películas más que antiguas incluidos en dicha obrita. Cierto es que algunos d´esos trozos mueven a la risa y a la atención que provocan imágenes que casi suenan a cine de acción, tan cierto como que una voz en off pretende explicarlo todo, lo que acaba por agotar a la mayoría, no así a los incondicionales del cine mudo ni a los francófilos incorregibles.
81. LA CONVOCAZIONE (Mara Petrosino, 2016)
Gracias, Festival Cinemística de Granada (España), por esta joyita del minimalismo en el que nada, ni siquiera lo más sencillo, es lo que parece.
82. SELFIE (Víctor García León, 2017)
Estamos ante lo que se llama una auténtica españolada para lo bueno, cifrado en la espontaneidad de los habitantes de la piel de toro, y para lo malo, que encuentra su expresión en lo esperable precisamente porque pretende pasar por sumamente original. Se concede que ¿original? Puede serlo. Lo que no está tan claro es que, a lo largo de todo su metraje, nos entretenga una historia que viene a ser un escaparate de la España que no sabe de términos medios: la que se identifica o bien con el Gobierno o bien con los activistas de Podemos. Para estudiantes de español para extranjeros, puede funcionar a la perfección.
83. EGON SCHIELE. TOD UND MÄDCHEN (Dieter Berner, 2016)
Una vez más, El Cinéfilo Ignorante se plantea si es que, hace más de 50 años, el cielo no podía casi nunca ser azul o la luz no podía entrar alegremente en las viviendas. En las películas llamadas de época todo aparece más lóbrego que en la actualidad a pesar de haberse rodado en moderno color. Pasando por encima de esta anomalía fotográfica, uno sabe más de la vida del pintor austríaco, no tan turbulenta como se podría deducir de sus polémicos retratos pero tampoco precisamente un camino de rosas. Hay que agradecer esa dosis de sabiduría a unas interpretaciones que se sobreponen a la debilidad de la luz.
84. DUE SOTTO IL BURQA (Cherchez la femme) (Sou Abadi, 2017)
Que aparezca aquí el cartel italiano de la comedia dirigida por Madame Abadi obedece al hecho de haberla visto en un encantador cine de la no menos encantadora ciudad de Turín. ¿Y a qué obedece esta insólita disgresión? Simplemente, a que, siendo una comedia muy comedia, con sus tics políticamente incorrectos y sus inofensivos ataques humorísticos al fundamentalismo islámico, al Cinéfilo Ignorante le acaba cansando después, eso sí, de haber esbozado algunas tímidas sonrisas con las ocurrencias de un trío inmerso en la Francia y su cosmopolitismo de barrio.
85. EL AMANTE DOBLE (François Ozon, 2007)
Un puesto 85 supone un castigo para un director como François Ozon, laureado incluso en este mismo blog. Pero es que no cuela: sí capturan al espectador los primeros 30 minutos de este, sí, thriller erótico -etiqueta más propia de filme de medianoche en cadena de televisión privada-; ahora bien, cuando deriva la historia hacia situaciones que, de enrevesadas, casi pasan a una muestra que merece la burla, es obvio que son demasiados los recursos que chirrían. Lo peor es que, detrás de muy interpretaciones, El Cinéfilo Ignorantes y sus amigos, acaban riéndose de un relato que quiere asustarnos o, al menos, dejarnos muy pensativos.
86. SIERANEVADA (Cristi Puiu, 2016)
Es un intento a la rumana de transmitir el desbarajuste familiar. Gusta que haya referencias a la historia reciente de Rumanía y hasta que se hagan notar personajes que se salen de lo cotidiano. Ya gusta menos que los minutos se alarguen sin remedio y que vayan perdiendo sentido las comparaciones de esta obra con el muy superior cine del español Luis García Berlanga.
87. LE JARDIN D´ESSAI (Dania Reymond,
2016)
Una obra menor dentro del excelente cartel del último Festival de Cine Africano de Tarifa, este jardin viene a ser un reflejo de anhelos e inquietudes de los argelinos de hoy en día. Ahí se queda. Sin ánimo de ofender, por supuesto, a unos intérpretes que defienden con pundonor un humilde y valiente guioncillo.
88. MADRE! (Darrem Aronofski, 2017)
Genialidad para algunos, largometraje tedioso para otros y demostración de violencia innecesaria para el autor d´este blog, Madre! s´empeña en escandalizar al espectador, que reacciona con cada más hartazgo al tiempo que aumentan las barbaridades que aparecen por la pantalla. Agradecemos los esfuerzos tanto de Javier Bardem y de Jennifer Lawrence para intentar superar una primera media hora que se queda en interesante.
89. NIEVE NEGRA (Mateo Hodara, 2017)
Aquí se ve la distancia insalvable entre actores veteranos, curtidos en todas las lides, e intérpretes principiantes a los que se le notan a la legua sus titubeos escénicos. La historia sube y baja inconsistentemente, hay situaciones de intriga que desasosiegan con éxito y, al final, el relato se alarga de manera innecesaria. Pero bueno: para estar entretenido un rato y olvidar, es bienvenida.
90. CHOUF (Karim Dridi, 2016)
De nuevo otra acertada muestra del Festival de Cine Africano de Tarifa, este relato de matones argelinos impresiona por momentos, aturde en otros y mantiene el interés del espectador durante gran parte del film. Lo que pasa es que todo él encaja en el género de thriller policíaco y hay gente que no se altera con ese tipo de cine.
91. PAULA (Christian Schovochow, 2016)
92. CHE VUOI CHE SIA (Edoardo
Leo, 2016)
93. MARGUERITE ET JULIEN (Valérie Donzelli, 2015)
95. UN SAC DE BILLETS (Christian Duguay, 2017)
96. RELUCTANTLY QUEER (Akosua Adoma Owusu, 2016)
97. REARMAMENT D´UNA MUNTANYA (Chantal
Poch, 2016)
98. BWAKWA (Jun Lana, 2012)
99. FACING THE WALL (Alamork Davidian,
2016)
100. SAFARI (Ulrich Seidl, 2016)