Es d´esperar que habrá tanto blogs como youtubers cinematográficos que s´especialicen o se centren en ciertos géneros o, más bien, que desprecien determinado tipo de obras como objeto de sus comentarios, críticas y crónicas.
ElBlogoCine se cuida de rechazar cualquier película sea del género que sea o venga de donde venga, pero, eso sí, siente, desde hace mucho tiempo, cierto desapego hacia algunas modalidades que tampoco hace falta desvelar pues ya lo habrán visto o lo irán viendo ustedes.
Una buena manera de comprobar esos desafectos o, siendo más positivo, el tipo de películas a las que más presta atención va a ser recordar cuáles han sido sus números uno en ediciones anteriores.
Salvo el año 2015, en que, por un problema técnicoinformático, no hubo elaboración de listas de películas más disfrutadas, ya son ocho las recogidas en este blog y en su antecesor, ElBlogodecine.
¿Que cuáles fueron esas afortunadas? Aquí están con un calificativo un pelín informal sobre su género además de su correspondiente enlace que les llevará a un tráiler qu´esperamos que sea esclarecedor:
2019. EL VICIO DEL PODER (Adam McKay, 2018) drama político-burlesco
https://www.youtube.com/watch?v=oMZpzbX4Zq8
2018. THE DISASTER ARTIST (James Franco, 2017) comedia un poco negra
2017. MANCHESTER FRENTE AL MAR (Kenneth Lonergan, 2016) dramón antifamiliar
https://www.youtube.com/watch?v=Uh0d3GGKmQE
2016. LOS CABALLEROS BLANCOS (Joachim Lafosse, 2015) drama sahariano
https://www.youtube.com/watch?v=y1wVLkrLG40
2014. THE WEATHER UNDERGROUND (Sam Green, Bill Siegel, 2002) documental politizado
https://www.youtube.com/watch?v=y1wVLkrLG40
2013. PERDER LA RAZÓN (Joachim Lafosse, 2015) drama muy desesperado
https://www.youtube.com/watch?v=q9ARJSMA7Z8
2012. L´ENFANT D´EN HAUT (Ursula Meier, 2012) drama alpino
2011. LES FEMMES DU 6e ÉTAGE (Philippe Le Guay, 2011) comedia de servicio
¡Se ha quitado la careta El Cinéfilo Ignorante! Tampoco es qu´el muestrario sea muy numeroso, pero algo de idea sí que nos da. Así, no se vislumbra nada de, por ejemplo, ciencia ficción ni de thriller erótico y tampoco de rastro de peplums ni de dibujos animados. Ahora bien: cualquier año, nos encontramos con algún representante de estos géneros.
No se distingue en lontananza ninguna película española ni, por desgracia, procedente de otros países que no sean de aquellos que se llaman occidentales y que presumen de alto nivel económico: 4 de Estados Unidos (tres de ellas, en las ediciones más recientes), 2 belgas (merced al único director que repite entrada), una francesa y una suiza.
Antes de adentrarse en la siguiente decena de lo más gustado en 2020, ya tienen ustedes una idea de qué es lo que le pone al Cinéfilo Ignorante. ¿Y cuál será el número de este año? Sí: ya queda menos.
Se podría decir que aparece esta entrevista de hace más de veinte años con la excusa de brindarle un homenaje a don Julio Anguita González, maestro, escritor y político español fallecido en el mismo 2020, líder de la coalición Izquierda Unida durante aproximadamente una década y excepcional orador, denostado por cuatro envidiosos y dueño de una mente que ya quisieran para ellos estadistas de cualquier país. Es suficiente. Gracias. No se ha confundido este blog con la tribuna de un funeral ni con la de una reunión de politicastros, que aquí se viene a hablar de cine. Pues bien: esta es una de las entrevistas en que se ha visto más actividad sin que los dos protas se levanten de sus asientos y sin que pronuncien una palabra más alta que otra. El Sr Balbín suele interrumpir a su invitado simplemente porque le sigue, le persigue, le afectan sin contemplaciones las palabras de don Julio. El espectador se convierte, a su vez, en otro entrevistador que reacciona con admirado asombro ante una voz que, al menos, unos cuantos miles de personas ya están echando mucho de menos en la vida política española.
En un principio, Tommaso se presenta como una amalgama escasamente atractiva: señor americano instalado en una ciudad italiana, con pájaros en la cabeza y poco que contar. Pero, después de esos minutos vacilantes, la historia entra en una sucesión de acontecimientos que, para una mente con una pizca de sensibilidad, le traquetean los sentidos. Nos topamos con la figura del macho alfa que hace lo que buena y malamente puede para mantener el control de todo y de todos, en lo que suele fracasar porque ni los pobres ni las mujeres no son tan idiotas como él se cree. Él, venido de un pasado de convulsión y enfrentado a la vida social. Él, personificado por el actor William Defoe, nos deja tan exhaustos como está él en la pantalla. Exhaustos d´emoción y, en nuestro caso, de fascinación.
Entre otros festivales, Málaga (España) es también sede de un tímido pero pujante Festival de Cine Italiano, que, en 2020, se celebró en la más grata intimidad. En él caben producciones no muy taquilleras pero siempre con sello de calidad, como es el caso. No lo confundan con cutre, que, no hay nada cutre en esta obra del joven Fabio, presente en cuerpo y alma en la proyección, tras la cual se avino a intercambiar impresiones con su nuevo fan, El Cinéfilo Ignorante. Olvidó este decirle que había visto una especie de road movie, qu´el ahora famoso Luca Marinelli cuaja una brillantísima actuación, que los secundarios están que se salen y que las imágenes que acababa de ver se le quedaron grabadas a fuego durante un más de un día.
No les dé reparo en sumergirse en el ambiente de la custodia y la educación cívico-social de niños y mayores calificados como especiales. Se trata, por tanto, de una película muy difícil de confeccionar sin los tópicos victimistas, compasivos o crueles que suelen adornar este tipo de ficciones. Por cierto: esta producción pasa más por un documental que por un drama al uso y es que cuesta distinguir si sus intérpretes, aparte de los que encarnan a cuidadores y personal de la salud física y mental, son amateurs o profesionales edl cine, lo cual habla a favor de la verosimilitud de la película que nos ocupa. Añádele que se oye un francés endiablado, ideal para volvernos locos a los francófilos, y que se produce un acertado crescendo al que ponlen la guinda unos créditos finales con toda la gracia.
En un momento en que ha quedado perjudicada la figura del otrora intocable y lisonjeado motor de La Transición Española , El Cinéfilo Ignorante se sale del tiesto y proclama que este documental de sello francés le parece de lo mejor del año. Debe justificarse: se siente manipulado o, si quieren ustedes, engañado porque, aquí, a la figura del monarca le llueven elogios y parabienes y eso que este docu se rodó justo después de su abdicación, es decir, en una importante descenso de popularidad del rey campechano. Pero es que la dosis de administrar las alabanzas s´encuentra tan ajustadamente medida que se consigue que olvidemos acusaciones y desengaños y que, por el contrario, pasemos a considerar a don Juan Carlos como rey de todos los españoles, no solamente de los de bien. Al final, las piezas encajan y quedan como elementos de un cuento de Disney.
Ellas se vuelven a juntar: acá nos topamos con otra producción de RTVE (Radiotelevisión Española), solo que esta logra el muy distinto propósito de ponernos de muy mal cuerpo, logrado, en gran parte, merced a la alternancia de imágenes publicitarias con las de noticiarios siniestros. Pero el tema lo merecía hace años y lo sigue mereciendo ahora, cuando parece que no hemos avanzado tanto como creíamos. El montaje posee un efectismo magistral, y la forma de ver la realidad deja muy poco espacio al humor porque el caso no es, como, a veces, se ha hecho, para tomárselo a broma. No hay protagonistas ni secundarios: todos se hacen dueños de los focos en igualdad. Sólo falta que, en nuestra vida diaria, llegue la igualdad. A base de películas como esta, resultaría menos complicado alcanzarla.
El título tira muy para atrás, pero estaba la excusa de verla en un encantador cine de verano que participa de una programación más que decente. Además, se ve, desde el principio, que la inglesada de turno rezuma tufo a feel-good movie o, para los menos entendidos en terminología cinéfila, película para toda la familia con final feliz. Dejaremos para otro día si este llega o no, pero sí decimos que La Sociedad Literaria nos da provechosas lecciones sobre la función reparadora de los libros de calidad y que El Pastel de Piel de Patata simboliza lo exiguo de las raciones en tiempos de guerra. Sí, guerra, con lo cual eso de peli feliz ya no lo es tanto. Para mayor abundamiento, se observa un arte especial en la sucesión de pequeños sucesos que llevan a un final esperado pero enriquecido con un sabroso diálogo. En definitiva: tierna, conmovedora, amorosa.
33. LO MEJOR ESTÁ POR LLEGAR (Alexandre
de la Patellière, Matthieu Delaporte, 2019)
https://www.youtube.com/watch?v=jtFp4rqUhe0
Hay resortes que, inevitablemente, funcionan a la primera: la oda a la amistad, actitud de mofa hacia las relaciones de pareja, achaques que sobreviene con la madurez, promesa de un viaje al sabio y exótico Oriente, conversaciones en francés callejero y, por último, caras cómicamente expresivas de dos actores familiares para los aficionados al cine del país vecino. Con tal mejunje, se ha sabido realizar un homenaje a la compañía de dos amigos que hacen de Quijote y Sancho en la sociedad líquida contemporánea. Para estar de lo más entretenido, dejarse emocionar de manera sencilla y sentimental pero sin olvidar la administración de unas gotas de humor ingeniosamente ácido, convénzanse, aunque sea mentira, de que lo mejor debe estar por llegar.
Este drama de la inmigración y también del embarazo podría encajar, siguiendo el tópico, entre las películas de factura indie que seducen a cualquier cultureta. Así que nada de salidas de tono, nada de diálogos atropellados ni de más acción de la aparición en una fiesta en la que hasta la música se oye a bajo volumen. Hay que acostumbrarse a la tensa lentitud de Sole y dejarse llevar por una suave y bien cronometrada transición hacia palpitaciones cada vez más fuertes. Al final, lo bueno es que no se sabe si hay moralina, de presencia casi ineludible en el cine europeo poco amigo de los taquillazos. Mejor así: qu´el espectador saque sus propias conclusiones afectado por la difícil encrucijada en que se muestran dos protagonistas bastante más atribulados qu´el que se sienta cómodamente en la fila 2.
Le responsabilizaremos a la reclusión pandémica del inusual estrellato de RTVE en esta lista; lo tiene fácil con un estudio de la inmigración española en l´Alemania de finales de los años 50. Hay que disponer de un pañuelo cerca porque las historias, ordenadamente recogidas y armónicamente mostradas, dan para un buen chorro de lágrimas. Los profanos en el tema desconocíamos a qué tipo de penalidades se sometieron los españolitos y, todavía más, las españolitas que se plantaron en un frío país del que no sabían prácticamente nada. Allá que vuelven décadas después mientras nos relatan cómo esa aventura fue todo menos lineal, es decir: que desembocó en otra forma de lucha de la que tampoco teníamos mucha idea. Hay, pues, que darles las gracias a todos los que emigraran por habernos enseñado tanto.