En la nueva remesa de películas que han conseguido la hazaña de entrar en la gloriosa lista de Las 50, vamos, hoy, a mencionar... las que no han entrado.
Primero, sería justo reconocer la penilla que produce que, en la gloriosa terna, estén ausentes joyitas que se disfrutaron como las 10 siguientes, a saber:
53. Las niñas bien (Alejandra Márquez Abella, 2018)
56. Stan & Ollie (John S. Baird, 2018)
58. Pile de poil (Lauriane Escaffre, Yvonnik Muller, 2019)
Se queda merodeando por la zona media una serie de filmes cuya ausencia también da penilla y que no han sido reconocidos por el gran público ni tampoco por la mayor parte de la crítica especializada, como
- Clara y Claire (Safy Nebbou, 2019)
- Terra franca (Leonor Teles, 2018)
- María, Reina de Escocia (Josie Rourke, 2018)
- El peral salvaje (Nure Bilge Ceylan, 2018)
- Nahuel (Temporada de caza) (Natalia Garagiola, 2017)
- Comme des garçons / Que las chicas jueguen (Julien Hallard, 2019)
https://www.youtube.com/watch?v=uknzre0mXD0&pbjreload=10
Hace tiempo qu´el director de esta película pasó a un estrato superior, desde el momento en que hay personal que te dice aquello de "Es que voy a ver la última de François Ozon". Momento d´echarse a temblar porque, con el paso de los años, se van resquebrajando las neuronas creativas, como parece que le sucedió a este individuo en su película anterior. Con Gracias a Dios y sin alcanzar el nivel de obras maestras que ha fabricado, el arte del susodicho remonta sobradamente. Vale que la historia revolotea en torno al asunto en cuestión, pero no es para menos. Se dejan para la imaginación del espectador los detalles truculentos y entonces hay que filmar la ardua lucha por la justicia.
Primero, sería justo reconocer la penilla que produce que, en la gloriosa terna, estén ausentes joyitas que se disfrutaron como las 10 siguientes, a saber:
51. Yesterday (Danny Boyle, 2019)
Comercial y todo lo que tú quieras, pero más que adecuada para pasar un buen rato.
52. Mentes brillantes (Thomas Lilti, 2018)
Para todo el que se queje del sistema educativo, o sea: para todo el mundo.
53. Las niñas bien (Alejandra Márquez Abella, 2018)
Un Falcon Crest a la mexicana pero tan bien hecho que impacta en su primera visión.
54. Jacobo Árbenz: Capítulo 3 (Derrocamiento, exilio y repatriación) (Edgar Dávila, 2015)
Indagando en la derrota, martirio y muerte del mítico Presidente Árbenz.
55. Pintores y reyes del Prado (Valeria Parisi, 2019)
Cuando uno se da cuenta de que Jeremy Irons, gran narrador, tiene cara de hidalgo español56. Stan & Ollie (John S. Baird, 2018)
Historia de l´amistad mezclada con los negocios y, encima, viviendo de hacer reír.
57. Peret: Yo soy la rumba (Paloma Zapata, 2019)
Pese a los pesares, que no son pocos, la alegría que le sale a uno en la cara.58. Pile de poil (Lauriane Escaffre, Yvonnik Muller, 2019)
Unos amateurs muy franceses que actúan como profesionales en un ingenioso corto.
59. Háblame de ti (Hervé Mimram, 2018)
Cambiándole los 5 últimos minutos de metraje, se quedaría en una gran, gran película.
60. La caída del imperio americano (Dennis Arcand, 2018)
Intriga, miedo, emoción, nerviosismo, angustia, soberbia... Los dineros: es lo que tienen.Se queda merodeando por la zona media una serie de filmes cuya ausencia también da penilla y que no han sido reconocidos por el gran público ni tampoco por la mayor parte de la crítica especializada, como
- Clara y Claire (Safy Nebbou, 2019)
- La carga (Onjen Glavonic, 2018)
Ya lo dejamos porque siempre se va a encontrar algo entrañable incluso en las películas menospreciadas en nuestro propio elenco.
Al final, El Cinéfilo Ignorante también lamenta que the winners take it all, así que se ve forzado a seguir con la siguiente entrega de Las Mejores.
Ya lo dejamos porque siempre se va a encontrar algo entrañable incluso en las películas menospreciadas en nuestro propio elenco.
Al final, El Cinéfilo Ignorante también lamenta que the winners take it all, así que se ve forzado a seguir con la siguiente entrega de Las Mejores.
A ver: ¿existe el género documental ideado para el gran público? Como taquillazo tremendo, más bien, no. Algunos lumbreras como Michael Moore rozan esa categoría y quizá también, en el otro espectro, ciertos reportajes sobre extraterrestres y barbaridades de ese tipo. Aquí aparece una película, basada en hechos muy reales que quizá pasaron desapercibidos para el europeíto de los años 80 pero que, en los Estados Unidos de aquella época, debieron causar furor. Llega el momento de, por crudo que resulte, desenmascarar esa fiebre y volver a la cruda, sucia y fea realidad que, en aquel entonces, se presentaba como todo lo contrario.
32. SORRY, WE MISSED YOU (Ken Loach, 2019)
Ya no se sabe si queda bien decir qu´el director favorito de uno es el señor Loach, un sonriente y, a la vez, viejito cascarrabias británico que ha dedicado la mayor parte de su extensa filmografía a deunciar usos y abusos del establishment a base de reflejar con maestría la cotidianeidad de las capas sociales más pobreticas. En estas listas, es todo un clásico y hasta da rabia que siempre tenga que aparecer pero es que sus películas son para quitar el hipo. Tampoco en esta hablan sobre el tiempo ni sobre las conquistas del galán de turno: en esta ocasión, la clase estrella son los repartidores por cuenta propia aunque sometidos a una insoportable presión de silencio.
33. OPERACIÓN NICOLAÏ (Maria Dolors Genovés y Llibert Ferri, 1992) https://www.youtube.com/watch?v=9Q4jKuL0NyE
Dejémoslo en un "Son las cosas d´El Cinéfilo Ignorante"; igual que algunos se pirran por los superhéroes de La Marvel (Se dice así, ¿no?), a otros les da la paranoia por la inagotable fuente de hechos y sentimientos nacidos de la Guerra Civil Española. Si el episodio es ligeramente oscuro, como el secuestro, tortura y asesinato (¿No suena un poco a superhéroes?), se vuelve aún más atractivo aunque, para ello, son necesarias fuentes de sobrada solvencia, un montaje ágil y, a la vez, deudor con el rigor exigido por el tema y, por último, la casi inevitable voz en off que debe sugerir más que revelar. Todo ello se alia en Operación Nicolaï, la crónica de un sabio aventurero.
34. LA (DES)EDUCACIÓN DE CAMERON POST (Desiree Akhavan, 2018) https://www.youtube.com/watch?v=rRrFDG4Y2GI
Se temía, antes de verla, que iba a ser una más de las muchas buenas películas independientes venidas de los Estados Unidos o, lo que es casi lo mismo, del Festival de Sundance, que no sé sabe muy bien por qué suelen
tratar del paso de la infancia a la adolescencia, o sea: de la mudanza del
instituto a la universidad. Algo de eso, necesariamente, s´encuentra en La
(Des)educación de Cameron Post, pero esta obrita sabe sorprender
centrándose en los intentos de redención moral y religiosa de una chica que
ya, siendo ella, se porta como un ángel. Es, en efecto, un ángel que gusta a casi todos menos a los supuestos salvadores. ¿Quién redimirá a quién?
Mejor, vean la película.
Ya está aquí, como era de esperar, la recuperación del clasicazo-para-
modernos-que-no-se-vio-en-su-época. Se le tenía prevención por aquello de
lo ininteligible y, de hecho, ya había habido algún intento de afrontarla en la
pequeña pantalla. Pero así no funcionaba: Mullholand Drive está
hecha para la sala de cine y, a ser posible, sentándose en las primeras filas.
¿Que no se entiende bien? Bueno, pero las imágenes te agarran del cuello.
¿Que, encima, 147 minutos son demasiados? Da igual: los episodios se
suceden siempre con alguna sorpresa. ¿Que ha envejecido en los últimos
casi 20 años? Puede ser, pero es imposible resistirse a su hipnótico poder.
36. CATHOLIQUE ET INTÉGRISTE (2018)
https://www.youtube.com/watch?v=gLJQmP-Ka8E
Ya se había dicho que, entre la cincuentena, se alojaba un simple reportaje televisivo y todavía no se ha averiguado quién ha sido el artífice de esta explosión de magia: gracias a él, hasta los más extremos católicos integristas fans de Monseñor Lefèbvre parecen fascinantes.
Para alguien, como El Cinéfilo Ignorante, poco dado al cine de acción, estos Informes se ven cargados de una acción trepidante y de una sucesión de amenazas y estallidos que lo mantienen con los ojos abiertos de par en par. Ahora bien: no se está sino transmitiendo una crónica despiadada y extrema desde el corazón de un Israel partido entre árabes y judíos. Lo que le faltaba es que hubiera amor por medio y, además, infidelidades y, para mayor abundamiento, policías con oscuras intenciones, ingredientes ideales para no perderse ni un minuto de este reportaje de ficción.
El peligro de este drama de l´adolescencia, de lo religioso y de la reinserción social consiste en que, cuanto más se piensa en él, en su desarrollo, en su manera de captar los brotes de irracionalidad, más gusta, incluso más que cuando se vio en la sala de cine. Resulta imposible borrarse de la cabeza, por ejemplo, la manera de andar a brincos que tiene el muchacho protagonista y, aunque los lamentos de las madres y las caricias de la amiga pudieran parecer fuera de lugar, no es así. Los hermanos Dardenne ya nos han traído otras perlas de este calibre y no era cuestión de torcer el excelente rumbo de su filmografia.
39. LA VIE SCOLAIRE (Mehdi Idir, Grands Corps Malade, 2019)
Esta la segunda pieza del cuarteto ofrecido por el Festival de Sevilla y un ejemplo del buen gusto que suelen demostrar los franceses al desarrollar un tema muy propio de su cine: los conflictos en los institutos marcados por las diferencias sociales y étnicas. Dentro de esa línea, sobresale aquí, de manera espectacular, el magnetismo de l´actuación de Zita Hanrot, de quien no sabemos mucho más que su papel en la notable Fátima, que, por cierto, también se asomó a estas listas. Pero esta chica ha madurado: nos abre a un mundo de profes que padecen problemas de los gordos, en ocasiones, tanto como los que agobian a sus rebeldes y revoltosos alumnos.
Hace tiempo qu´el director de esta película pasó a un estrato superior, desde el momento en que hay personal que te dice aquello de "Es que voy a ver la última de François Ozon". Momento d´echarse a temblar porque, con el paso de los años, se van resquebrajando las neuronas creativas, como parece que le sucedió a este individuo en su película anterior. Con Gracias a Dios y sin alcanzar el nivel de obras maestras que ha fabricado, el arte del susodicho remonta sobradamente. Vale que la historia revolotea en torno al asunto en cuestión, pero no es para menos. Se dejan para la imaginación del espectador los detalles truculentos y entonces hay que filmar la ardua lucha por la justicia.